La natación es uno de los ejercicios físicos más completos para trabajar mente y cuerpo. Nadar nos mantiene en forma y se puede practicar a cualquier edad. Además, es ideal para combatir el estrés y la rutina.
Nadar es una actividad física que pueden practicar la mayoría de las personas sin tener en cuenta la edad ya que dentro del agua se produce un bajo impacto sobre nuestro cuerpo, puesto que al flotar el propio peso del cuerpo no recae en las articulaciones.
La natación puede ser practicada de formas diferentes y adaptarse a las necesidades individuales de cada persona. Muy diferentes a los clásicos cursos de aprendizaje hay clases para bebés, mujeres embarazadas o personas mayores. Otra de las actividades que cada día gana más adeptos en las piscinas es el aquagym, cuya actividad, además de divertida, aporta muchos beneficios tanto a nivel físico como psíquico.
Todos los deportes aportan beneficios sobre la salud, siempre y cuando se practiquen de forma adecuada. Sin embargo, la natación tiene unas características especiales que no poseen otros tipos de ejercicios aeróbicos. Estos son algunos de los beneficios que tiene para la salud ir a la piscina con regularidad:
- – Mejora la memoria: Esto se debe a los ejercicios de respiración que se ponen en práctica al nadar, los cuales oxigenan mejor el cerebro. Al nadar, se requiere mayor concentración y coordinación.
- – Beneficia la capacidad pulmonar: Al ser un ejercicio aeróbico, ayuda a los pulmones a hacer un uso más eficiente del oxígeno.
- – Estar en forma: Nadando al menos una hora se pueden quemar hasta 600 calorías.
- – Aumenta la masa muscular y tonifica: Es una gran manera de aumentar la fuerza muscular y la tonicidad, especialmente en comparación con otros ejercicios aeróbicos.
- – Reduce el riesgo de padecer enfermedades cardíacas: Debido a que la natación es un ejercicio aeróbico, ayuda a fortalecer la salud cardiovascular. Además, favorece la circulación sanguínea.
- – Mayor flexibilidad corporal: La natación no solo forma músculos más fuertes, sino que también mejora la resistencia. Además, al ejercitar las articulaciones se incrementa la flexibilidad y fortaleza del cuerpo.
- – Combate el estrés: El contacto con el agua en una piscina se asocia a la diversión y, por tanto, reduce el estrés. La natación mejora la calidad de vida y, por tanto, aumenta la autoestima.
Es importante elegir el estilo de nado que más se adecue a nuestras capacidades, pero sea cual sea no hay excusa para no echarse al agua. Viviendo en Madrid hay numerosos centros deportivos en los que practicar actividades acuáticas. Asimismo, durante el período veraniego abren sus puertas multitud de piscinas municipales en la capital. Otra opción es nadar en la playa. ¡Tú eliges!