Ni en el mejor de mis sueños hubiera podido imaginar todo lo que ha logrado Palestra Atenea. Un club que nació con la idea de integrar el deporte en la vida de niños y jóvenes, de tal modo que no solo fuera una actividad extraescolar, sino un lugar donde los más pequeños adquirieran hábitos saludables, se les inculcara valores y, sobre todo, que se realizasen como personas a través del deporte.
Hace 20 años, con una mezcla de insensatez e ilusión, me propuse profesionalizar algo que sigue anclado en el pasado. Me propuse cambiar los estándares por los que se rigen los clubes de fútbol y combinar mi pasión por enseñar con la mayor de mis aficiones, el deporte.
Con esta idea fui capaz de convencer a otros pocos locos, ellos saben muy bien quienes son, que también creían y apoyaban mi idea con respecto al deporte y la educación, y comenzar un sueño, un sueño que ha durado hasta hoy y que nos ha llenado de experiencias y de la emoción de poder compartir maravillosos momentos con los numerosos alumnos que de una modalidad u otra han ido pasando por las diferentes instalaciones que ha gestionado Palestra Atenea.
No se que locura me invadió para estar 14 horas sentado en una silla realizando todas la tareas que conlleva una instalación básica, desde las administrativas a la limpieza y, como no, pintar el campo de fútbol 7. Sí, pintar el campo que en principio era de arena y había que pintarlo con un carrito y con cal. Madre mía las líneas, sobre todo los domingos a primera hora.
Y de esos momentos de esfuerzo a convertirnos en el Club Deportivo que más polideportivos ha gestionado en la capital. Con 13 instalaciones deportivas a la vez, más de 200 empleados y hasta 105 equipos federados en fútbol, más los equipos en baloncesto, pádel y patinaje a convertirnos en campeones de España de fútbol sala para discapacitados psíquicos. Logros de los que estamos muy orgullosos y que difícilmente vayan a poder repetirse, al menos en Madrid.
Muchas veces me han preguntado quién había detrás de toda esta estructura, y sí, por supuesto que había alguien, mi amiga, mi compañera, mi mujer Paloma, sin ella nada de esto hubiera sido posible. Con su primer trabajo, un crédito para muebles de cocina y su apoyo he conseguido llegar hasta aquí, MIL GRACIAS.
Han sido 20 años de experiencia. Y hoy, más que nunca, seguimos creyendo en nuestra idea, esto no es un adiós es un hasta luego. Nos retiramos para coger aire, para respirar y asimilar cuáles han sido nuestros fallos y qué hemos aprendido de ellos y prometemos volver con más fuerza que nunca. No quiero dejar pasar esta oportunidad para agradecer a toda la familia de Palestra su esfuerzo, ilusión y dedicación. No creo que pueda nunca agradecerles lo suficiente por haber convertido mi sueño en realidad.
Lorenzo Gozalo
Presidente del Club Deportivo Elemental Palestra Atenea