Resulta difícil decidir cuando volver a practicar algún deporte o simplemente realizar algo de ejercicio físico después de mucho tiempo. Muchas pueden ser las razones, pero lo cierto es que cuánto menos se mueve el cuerpo cada vez cuesta más volver.
Realizar ejercicio físico o practicar deporte es sinónimo de buena salud. No solo ayuda a bajar de peso, sino que también mejora nuestra salud cardiovascular, se liberan tensiones, reduce el estrés, mejora el humor y te ayuda a estar más flexible y fuerte. Por eso, ahora que se acaba el verano, os damos una serie de consejos para animaros a volver a hacer ejercicio:
Elegir los motivos para hacer deporte
Todos tenemos una razón concreta que nos motiva para hacer ejercicio físico. Es fundamental ponerse un objetivo o meta bien claro antes de comenzar otra vez con cualquier actividad deportiva.
Comenzar poco a poco
No se trata de volver a tener el mismo ritmo que se tenía antes de parar de ejercitarse físicamente. Siempre es mejor comenzar poco a poco e ir aumentando las cargas, dificultades o tiempos.
Ser realista
También es importante entender que no se va a estar en forma ni en buen estado físico después de meses de no hacer ejercicio. Aunque enseguida se podrán notar las ventajas de la actividad física, también es verdad que no es milagroso. Si se ha aumentado de peso por falta de movimiento, hay que ser paciente y no arrojar la toalla.
Hacer hueco en la agenda
No hay que poner más la excusa de que no se tiene tiempo. Si uno sabe organizarse bien puede practicar deporte dos o tres veces a la semana, una hora cada día. Se trata de pensar en la vez anterior que se realizaba ejercicio y ver qué días y a qué hora se hacía. ¿Es posible hacer lo mismo ahora?
Buscar variedad
Esto ayuda mucho en cuestiones de motivación. Un ejercicio que además de divertido nos haga sentir bien es doblemente beneficioso. Así se evita el aburrimiento y el riesgo de dejar nuevamente la actividad física. Prueba con diferentes cosas cada día o semana, como caminar, montar en bici, bailar, correr, etc.
Descansar
Dejar pasar un día después de haber hecho mucho ejercicio o darse permiso para faltar a una clase, siempre y cuando sea la excepción y no la regla, no tiene porque ser malo.
En compañía
No es lo mismo hacer ejercicio físico solo que ir con alguien. Puede ser una amigo, tu pareja, un familiar o un compañero del trabajo. Es una buena idea para sentirte motivado y, sobre todo, para pasar un buen rato haciendo ejercicio.
Ponerse metas realistas
No pretender hacer todo el primer día de regreso a la actividad física porque será todo más difícil. Los objetivos que se marque cada uno siempre tienen que ser fáciles de lograr. De esta manera, se sentirá uno mejor consigo mismo y se podrá seguir adelante. Hacer ejercicio debe ser algo de lo que se disfrute, no un sufrimiento o un agobio.
Darse una recompensa
Por cada vez que se cumpla un objetivo darse un premio. Esto hará que se tenga más ganas de hacer ejercicio y de lograr la meta propuesta. En este momento necesitas motivación de donde sea, así que una ayuda de este tipo no viene nada mal.
¿A qué esperas para comenzar a practicar deporte? En Palestra Atenea te queremos ayudar en tu empeño. ¡Te esperamos!